El día de hoy queremos reflexionar junto contigo acerca del “sentipensar”: Sentir con el pensamiento y pensar con el corazón. Partiendo de la idea de que aprender sobre una experiencia implica transformarse no sólo pensando sino también sintiendo; es por esto, que es de gran importancia pensar en lo que hacemos con nosotros y los demás, no sólo desde el razonar sino también aprender a escuchar lo que sentimos, lo cual promueve el sincerarnos y reconocernos en un sentido amplio.
¿Alguna vez has escuchado que la cabeza y el corazón son opuestos? ¿Has imaginado que el pensar y el sentir pueden estar unidos? ¿Te han catalogado como frío por permitirte privilegiar tu pensar? ¿Te han catalogado como débil por permitirte privilegiar tu sentir?
A continuación, queremos mostrarte cómo a través de grandes teóricos, logramos conocer que el pensar y el sentir trabajan unidos (cabeza y corazón, pese a que generalmente escuchemos que son opuestos).
Esta publicación está basada en los postulados del biólogo Humberto Maturana (1999) citado en Moraes & De la Torre (2002) sobre cómo incluir el “sentipensar” en la educación.
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Escrito por: Hazel Baena, psicóloga egresada de la Universidad Santo Tomás.
Ilustrado por: Xiomara Donoso, psicóloga egresada de la Universidad Santo Tomás.
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